Había una vez en Egipto, cuatro exploradores que iban caminando por todo el desierto. Un día se encontraron una tormenta de arena y que les llevó hasta una pirámide.
Los cuatro exploradores entraron y encontraron el secreto de la pirámide. El secreto de la pirámide era oro, plata y diamantes. Al final salieron de la pirámide, pero unos ladrones del desierto les estaban espiando.
Los ladrones entraron y se dieron cuenta de que había un tesoro y se lo llevaron todo. Los cuatro exploradores volvieron otra vez a la pirámide y, cuando llegaron, se encontraron con que el tesoro no estaba y, como los ladrones dejaron huellas, los cuatro exploradores las siguieron. Encontraron su guarida y les atacaron quitándoles el tesoro.
Los cuatro exploradores regresaron a su país y se hicieron ricos.
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